En un mundo donde la competitividad empresarial depende de la capacidad de adaptarse a la transformación digital, acceder a nuevos mercados y fortalecer cadenas de valor, Colombia se ha consolidado como un destino estratégico para las compañías que buscan crecer en América Latina. El país reúne una combinación de factores que lo convierten en un entorno atractivo para la inversión y la expansión internacional, desde su estabilidad macroeconómica y sus acuerdos comerciales que lo conectan con más de sesenta países, hasta su ubicación privilegiada con acceso a los océanos Atlántico y Pacífico y un ecosistema empresarial en constante evolución.
Las oportunidades para las empresas son diversas y abarcan sectores como la tecnología y los servicios digitales, impulsados por un ecosistema de startups en crecimiento y un mercado en rápida digitalización; la logística y el comercio exterior, favorecidos por corredores intermodales y la modernización de puertos y aeropuertos; la agroindustria y los alimentos procesados, respaldados por la diversidad climática y la capacidad exportadora hacia Norteamérica, Europa y Asia; y la transición industrial, que fomenta la innovación y la competitividad productiva.
A este panorama se suma la expansión de zonas francas y parques industriales que ofrecen ventajas fiscales y logísticas, así como programas gubernamentales que atraen inversión extranjera directa y apoyan la internacionalización de las empresas locales. Este dinamismo empresarial se refleja en la capacidad de generar alianzas estratégicas, en la creación de proyectos conjuntos y en el acceso a un talento joven cada vez más cualificado que aporta valor a las cadenas de valor globales.
Para las compañías internacionales, instalarse o asociarse en Colombia no solo significa ingresar a un mercado de más de cincuenta millones de consumidores, sino también conectar con un país que se proyecta como plataforma de negocios regional, abierto al mundo y preparado para liderar la transformación empresarial en América Latina.